Mi primera vez...en trineo

  
   Vuelta a la realidad después de un fin de semana de ensueño. Tres días maravillosos en los Picos de Urbión, nieve en cantidades industriales y un ambiente desenfadado y cordial con mushers de gran experiencia.
   La Cabaña de Salva se convierte en un lugar idílico en un fin de semana así. Inmersa entre pinos nevados, el calor de la chimenea y las pistas prácticamente en la puerta de casa.

   Mis compañeros de aventura han sido 4 perros de Salva (para ser la primera vez más perros hubiera sido un tanto arriesgado), Vince, Vaiper, Pelos y Pirke. No se si se escriben exactamente asi, pero lo importante es que han sido unos compañeros excepcionales. Aun sin conocerme han trabajado duro y no han fallado en ningún momento y eso que para nosotros la dificultad era extra, por mi inexperiencia y porque para esta prueba cuatro perros eran un equipo un tanto ajustado. No obstante conseguimos terminar las tres mangas y eso ya es un logro.

Al igual que ellos me pegue una paliza cada día en cada uno de los ascensos y disfrute de la velocidad  en los descensos. Para el domingo apenas tocaba la alfombrilla y un par de curvas incluso derrapando. Esta última frase para alguien experimentado igual suena un poco tonta, pero intentad recordar como eran vuestras primeras bajadas en trineo y creo que lo entendereis.

   Primera etapa. Nocturna, cielo raso, estrellado y sin una brizna de aire. 17 km sobre un circuito dividido a partes iguales entre un ascenso de pendiente media y curvas suaves y un descenso por la misma zona tras recorrer un bucle en lo más alto del recorrido. Descenso precioso en el que se podía alcanzar una velocidad considerable.

Segunda etapa. Distinto circuito. Mediodia, un sol radiante sobre el blanco inmaculado de la omnipresente nieve (que poetico me ha quedado). 23 km duros. Las características muy similares al anterior pero mayor longitud y zonas donde la nieve, aun estando pisada, se hundia y ponia a prueba la forma física tanto de perros como de mushers. Varios corredores no consiguieron terminar la etapa. Nosotros con paciencia y mucho esfuerzo completamos el recorrido.

   Tercera etapa. Matutina. Nos levantamos con una nevada impresionante que no paro hasta el final de la mañana. Lo mio me costo llegar desde Soria, que a esas horas y en domingo por las comarcales no pasa ni una quitanieves. Una vez en el circuito el paisaje era espectacular. El recorrido más corto de los tres, 11 km. Después de tres días la compenetración con los perros y la mejora sobre el control del trineo se hacían patentes. Aun nos quedaban fuerzas y terminamos la tercera etapa, a nuestro ritmo, pero con comodidad.

   De 14 corredores quedamos los novenos, con uno tiempo yo creo que decente para ser novato y aunque hubo algún amago de morder nieve al final no me caí ni una vez.

   El recuerdo de este fin de semana va a quedar grabado a fuego en mi memoria. De nuevo gracias a Salva por su invitación, sus perros y sus consejos, mil gracias a Sara, su mujer, por ser la perfecta anfitriona y felicidades por su tercer puesto en la carrera. Gracias a Javi por su trineo, a toda la gente que ha ayudado con la organización y desarrollo de la carrera (un abrazo Pedro) y a todos los mushers por compartir sus conocimientos y experiencias.

 ¡Mis chicas! handler incondicional y futura musher (si le gusta claro).

Nota: Las fotos aparecen pequeñas pero si pinchais sobre ellas se amplian.