La pregunta de la encuesta era: ¿Disfruta menos del mushing, la convivencia y sus perros quién asiste a una carrera con afán competitivo?
Como siempre muchas gracias a todos los que habéis participado y sobre todo a los que habéis dejado vuestra opinión por escrito. Al que lea esto por primera vez es muy recomendable que lea todos los comentarios de la entrada de la propia encuesta.
Solo queda dejar mi opinión y mi voto:
Llevaba escritas como cinco lineas de un tostón infumable y creo que se me va a entender mejor con un ejemplo. Durante el año juego una vez a la semana con amigos de toda la vida al frontón. Siempre que vamos las parejas se hacen sobre la marcha y todos jugamos con todos. La cancha se paga a pachas y siempre después del partido nos vamos a tomar unas cervezas. No obstante, mientras estamos en la cancha todos sin excepción jugamos para ganar el partido y si hace falta correr detrás de la pelota y tirarse al suelo para darle se hace. También os digo que si alguien hace un punto bonito da igual en que equipo este nos felicitamos (somos así de pelotas). La actividad en si está estructurada para que unos ganen y otros pierdan, eso le da el aliciente para esforzarnos e intentar hacerlo lo mejor posible, si hay o no una copa o un premio al final (en este caso como mucho el que pierde paga las cervezas) no es lo más importante. Para mi en esto como en cualquier otro deporte o actividad, el reto personal de querer hacerlo lo mejor posible en cada partido (carrera), de pulir poco a poco la técnica y ver como mejoro en mi juego es lo que hace que disfrute al 100 por 100. Si estos requisitos se cumplen el resultado ya es bueno. Si encima quedo en una buena posición o gano, ni que decir tiene que es una alegría.
Yo no puedo practicar una actividad sin esforzarme, me lo pide el cuerpo, hace que me sienta bien.
Otro ejemplo, este de mushing, y yo creo que mi opinión queda clara. Cuando Salva me invitó a participar en el IV Trofeo Picos de Urbión, era la primera vez que me subía en un trineo y corrí con perros que no eran mios. Es una carrera desenfada pero con gente de mucho nivel. Aun así los tres días con mis cuatro perretes (el tiro más corto de todos) terminé los circuitos y corrí cuesta arriba por la nieve hasta terminar con las piernas reventadas. ¿Pretendía ganar?, pues no, pero si estoy en una carrera me gusta correr. Me enamoré de los paisajes nevados del Urbión y al terminar cada día, satisfecho, me dí una buena ducha y comí con la gente disfrutando de la convivencia.
Algo que he dejado para el final y en el caso del mushing lo más importante, es lo que ya han comentado mis compañeros en la otra entrada, los perros son lo más importante. Jamás se me ocurriría presionar a mis perros para ganar, no creo que ningún perro corra bien bajo presión. Yo tenía mis perros antes de empezar a competir, de hecho estuve un año entero corriendo con ellos por los montes de Soria antes de federarme y si lo hice fue precisamente para conocer gente con la misma afición por los perros y el deporte.
Conclusión, que nadie dude que si asisto a una carrera voy a intentar dar lo mejor de mi, disfrutar viendo como disfrutan mis perros corriendo y al terminar tomar unas cervezas con quien quiera y pasar un buen rato contando batallitas perrunas.
Como decía Patxi cada uno somos de un padre y una madre y que uno disfrute a tope una actividad solo de manera recreativa no creo que implique que otro compitiendo disfrute menos (que seguro que alguno hay).
Con respecto a los nervios antes de las carreras, cada uno los vive de una manera, hay gente estresadísima, a veces nervios justo antes de salir y también la inexistencia total de nerviosismo. Los de antes de salir con el crono delante son los más habituales y, en mi caso, las pocas veces que los siento aunque desaparecen en los primeros metros tras la salida, no me molestan en absoluto, es más casi hasta gusta esa pequeña subida de adrenalina.
RESULTADO DE LA VOTACIÓN:
-Votos totales 15
-SI: 7 = 46.66%
-NO: 8 = 53.33%
Por supuesto se admiten nuevos comentarios sobre el tema.
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